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La noche americana (1973)

Crítica de La Noche Americana 1973

Crítica de La Noche Americana 1973

Por si en sus anteriores trabajos François Truffaut no había dejado claro que era un enamorado del cine y que sentía predilección por las películas de Hollywood, en 1973 se lanzó al rodaje de ‘La noche americana’. Este homenaje al séptimo arte le hizo ganar el Oscar a la mejor película extranjera, pero también provocó la ruptura definitiva de su relación con Jean-Luc Godard. Éste le había enviado una carta acusándolo de plegarse a los dictados del cine mainstream y le proponía rodar juntos otra película para ayudarle a recuperar la esencia de la Nouvelle Vague. Truffaut le respondió que era un esnob, un impostor y “un mierda” [sic], y dejaron de hablarse. En 1984, tras la prematura muerte de Truffaut, Godard lamentaría haber enviado aquella carta que finiquitó más de dos décadas de amistad.

¿Por qué se sintió tan irritado Godard cuando vio ‘La noche americana’? Es probable que no le gustara el enfoque de un Truffaut más centrado en el medio que en el fin; más preocupado por enseñar los métodos y las relaciones de trabajo durante el rodaje de una (mala) película, que por hablar del cine como un arte capaz de remover conciencias o como la herramienta del director para proyectar una mirada única sobre el mundo. Para Godard, ‘La noche americana’ debía de equivaler a visitar una catedral e interesarse por los albañiles en vez de por el arquitecto. Pero Truffaut entendía que la magia del cine residía, precisamente, en la capacidad para emocionar al público a partir del trabajo en equipo, reduciendo el aura del director.

Disquisiciones aparte, ‘La noche americana’ es una película que contagia entusiasmo. No sólo somos testigos de las vicisitudes del equipo de rodaje, sino que deseamos que el proyecto llegue a buen puerto. Truffaut crea la ilusión de que guionistas, actores, productores, técnicos, diseñadores y demás profesionales son una gran familia de la que nos gustaría formar parte. En esa vorágine de trabajo aparecen continuamente imprevistos que el director debe resolver sometido a una fuerte presión; y el director no es más que un líder terrenal, un experto en gestionar egos, en exprimir presupuestos y en motivar a la tropa. Una definición mucho más cercana a la artesanía hollywoodiense que a las teorías expuestas en ‘Cahiers du Cinéma’.

Los trucos de una factoría

Siguiendo este empeño, Truffaut nos muestra los trucos del cine para parecer real: decorados, especialistas y efectos como la propia noche americana, que consiste en simular un ambiente nocturno en una escena rodada a plena luz del día. En otras palabras, le quita misterio al rodaje de una película para que nos parezca aún más increíble que de acciones tan mecánicas puedan surgir obras de arte. Y nos dice que un rodaje es una factoría sujeta a altas dosis de improvisación, en la que cada día se deben encontrar soluciones imaginativas a los problemas más diversos, como hace la fantástica script interpretada por Nathalie Baye.

Y luego están los actores, que a ojos del público son las estrellas de la película, por muy importante que se crea el director. Éste debe controlar sus estados de ánimo, rebajar sus ínfulas, ser su paño de lágrimas; tener paciencia cuando no se sepan el guion, motivarlos para que memoricen las reescrituras en tiempo récord y hacerles ver que una escena debe repetirse, y repetirse, y repetirse, hasta que salga perfecta. De todos ellos merece la pena destacar a Jacqueline Bisset, Alexandra Stewart, Jean-Pierre Léaud y Valentina Cortese, nominada al Oscar a la mejor actriz de reparto.

Con estos elementos, Truffaut compuso en ‘La noche americana’ una tierna parodia sobre la gente del cine y le imprimió el ritmo frenético de una cadena de montaje. Aunque Godard no opinara lo mismo, es una película que reivindica la grandeza del séptimo arte; la diferencia es que Truffaut hace esta reivindicación desde la humildad. Sin pretensiones. Y ello a pesar de que el director de ‘Los 400 golpes’ nos regala una frase memorable: “El cine es más bello que la vida. No hay atascos ni tiempos muertos. El cine avanza como un tren atravesando la noche”. Seguro que hasta Godard estaría de acuerdo.

Ficha técnica (+)

Título original: ‘La nuit américaine’. Dirección: François Truffaut. Guion: François Truffaut, Jean-Louis Richard y Suzanne Schiffman. Reparto: Jacqueline Bisset, François Truffaut, Valentina Cortese, Dani, Alexandra Stewart, Jean-Pierre Aumont, Jean Champion, Jean-Pierre Léaud, Nathalie Baye. Duración: 115 minutos. País: Francia.

Otras críticas

“…una mirada nostálgica pero al mismo tiempo conciliadora con lo que el cine también es, el negocio, y con el hecho de la fama y el aspecto público de quienes intervienen en él” (’39 escalones’). (+)

“…se percibe honesta y real, porque muestra todos los flancos de la creación cinematográfica, dando a cada participante su justo lugar” (Celia Sutton, ‘El espectador imaginario’). (+)