Mientras duermes (2011)

Le tiene cariño Jaume Balagueró a los edificios clásicos de Barcelona. Y quién no; es un placer ir paseando por el Eixample y detenerse a fisgar en esas lujosas entradas de principios del siglo XX, dotadas de escalinatas de mármol y ascensores de madera. En todos estos portales existía antiguamente la figura del portero, que velaba por la seguridad y el orden del edificio. Es un trabajo que va perdiendo fuelle con el paso de los años, pero que aún es posible encontrar en los barrios altos de la ciudad. Y es el oficio que tiene el protagonista de ‘Mientras duermes’: César (Luis Tosar), un hombre gris e inquietante cuyo objetivo es que las personas que lo rodean tengan una vida tan miserable como la suya. Es su particular manera de alcanzar la felicidad.

Basado en un guión original de Alberto Marini con reminiscencias al cine de Hitchcock y Polanski, ‘Mientras duermes’ es un thriller angustioso que cumple la misión de crear desazón en el espectador. El personaje de César le va como anillo al dedo a Luis Tosar, un actor excepcional, válido para muchos papeles, pero que brilla especialmente cuando encarna a tipos violentos como los de ‘Te doy mis ojos’ (Icíar Bollaín, 2003) o ‘Celda 2011’ (Daniel Monzón, 2009). La sombría apariencia de Tosar, con su intimidante altura, sus cejas pobladas y su voz cavernosa, pone en guardia a cualquiera. Él es la estrella de la función, pero su método de actuación es tan sutil que en ningún caso resulta cargante o efectista.

Agujeros de guión

Así pues, la película es un entretenimiento notable… siempre que el espectador tenga ánimos para aceptar dos o tres situaciones que exigen suspender nuestra incredulidad. Son aquellos momentos en las que la lógica es violada tan claramente que cuesta mantenerse apegado a la historia. El más flagrante tiene lugar cuando César se queda atrapado en el apartamento de Clara (Marta Etura): es la mejor escena de la película y está rodada con pulso adrenalínico, logrando el curioso efecto de desear que el villano se escape. Sin embargo, el oportuno mareo de Clara en brazos de su novio (Alberto San Juan), por mucha justificación que se le quiera dar, resta credibilidad a lo que viene después.

Por otro lado, que la mocosa repelente de Úrsula (Iris Almeida) sea capaz de chantajear a César me pareció una carta válida pero mal jugada: la niña habla demasiado y estoy seguro de que sus actos habrían sido más que suficientes como para poner al portero con la soga al cuello. Y por último, el epílogo tiene una gran contundencia pero es directamente imposible de asimilar, sobre todo porque viene lastrado por una investigación criminal tan chapucera como si la hubieran llevado a cabo Mortadelo y Filemón.

Un punto de sadismo

Todos estos agujeros de guión impiden calificar ‘Mientras duermes’ como un thriller de primer nivel, pero insisto en que el balance general es más que positivo. El contraste entre la negrura de Tosar y la luminosidad de Etura es lo bastante atractivo como para que la película se sostenga hasta el final, y el sufrimiento de dos ancianas le dan un acertado punto de sadismo: el de la madre de César (Margarita Rosed) y el de la vecina de los perritos (Petra Martínez).

El film obtuvo una sola nominación a los Premios Goya: para Luis Tosar, en la categoría de mejor actor protagonista, donde fue derrotado por el José Coronado de ‘No habrá paz para los malvados’.

CALIFICACIÓN
3,5 estrellas

Ficha técnica(+)

Dirección: Jaume Balagueró. Guión: Alberto Marini. Reparto: Luis Tosar, Marta Etura, Alberto San Juan, Petra Martínez, Iris Almeida, Carlos Lasarte, Amparo Fernández, Roger Morilla, Pep Tosar, Margarita Rosed. Duración: 102 minutos. País: España.

Otras críticas

«Balagueró cuenta esta inquietante historia con poderío visual, sin golpes de efecto, con un tono y una atmósfera que me remiten al mejor Polanski» (Carlos Boyero, ‘El País’). (+)

«Balagueró logra aquí su mejor cinta hasta la fecha con una narración que no da tregua ni respiro» (’20 minutos’). (+)