La Segunda Guerra Mundial tuvo muchos episodios y escenarios, pero hasta ahora nunca había visto una película bélica que recreara los últimos días del conflicto —después, incluso, del desembarco de Normandía— a través de la mirada de un grupo de soldados que va liberando los pueblos tomados por los nazis; con el aliciente de que lo hacen a bordo de un tanque llamado Fury que sirve para titular esta película traducida en España como ‘Corazones de acero’.
Tengo que reconocer que fui a verla sin muchas expectativas, pero me sorprendió gratamente. David Ayer ha hecho un gran trabajo de guión y dirección, manteniendo la tensión de principio a fin y logrando un entretenimiento de categoría que sólo se viene abajo por un final bastante increíble y saturado de épica.
Uno de los aspectos que más me ha llamado la atención ha sido la fotografía, culpable de que por momentos me sintiera atrapado en ese tanque, perdido en los campos secos de Alemania, sin saber por dónde iba a llegar el siguiente ataque. Hasta el color plomizo del cielo me ha hecho notar el frío en los huesos. Dejaré para la posteridad el nombre del director de fotografía, al que por otra parte no conozco de nada: Roman Vasyanov.
Además, a diferencia de otras películas del mismo corte, la banda sonora apenas interfiere, ni hay prisa por acelerar el ritmo de la trama. El director se detiene un buen puñado de minutos en el fragmento donde el sargento Collier (Brad Pitt) y el novato Ellison (Logan Lerman) intiman con las dos alemanas que les dan de comer (Anamaria Marinca y Alicia von Rittberg).
Cuando volvemos a campo abierto, el tanque avanza pesadamente sobre el barro, envuelto en una calma inquietante, emitiendo su monótono traqueteo.
Eso sí, cuando se desata la tormenta, Ayer no se ahorra ningún detalle. La guerra es violenta, está claro, y ver miembros amputados, impactos de bala y chorreones de sangre es casi una obligación. Pero una cosa es mostrar ese horror y otra recrearse en él sin necesidad. Ayer se queda con la primera opción, lo cual es un perfecto contraste para las escenas de calma latente anteriormente descritas.
Por otra parte, no puedo evitar la tentación de comentar dos escenas para las que debo insertar el aviso de [SPOILERS], esperando que quienes hayáis visto la película compartáis conmigo vuestra opinión. Para mí son las dos escenas con más poderío, y no ese final tan recargado. La primera es el brutal enfrentamiento de tres tanques aliados contra uno alemán, en una zona tan desolada que me habría gustado verla desde las alturas, porque habría sido una manera de comprender la estupidez de las guerras.
Y la segunda es el momento en que Collier obliga a Ellison a matar a un prisionero, para acostumbrarle al olor de la sangre. Parecía que Brad Pitt me estaba dando a mí las collejas, como diciéndome: tú, espectador, qué te crees que es esto, ¿ciencia ficción? ¡Espabila! [FIN SPOILERS]
Es una lástima que Ayer no sepa medir la intensidad que debía darle al final, ni tampoco una solución adecuada para el destino de Ellison. Pero hasta llegar a eso hemos pasado dos horas en compañía de un grupo de soldados que se hacen querer —Shia LaBeouf, Michael Peña y John Bernthal son los otros tres—, hemos sufrido con ellos y hasta hemos reflexionado sobre religión sin fanatismos ni frivolidades. Así que podemos afirmar que ‘Corazones de acero’ es una buena opción dentro de lo que ofrece la cartelera actual.
Ficha técnica (+)
Título original: ‘Fury’. Dirección y guión: David Ayer. Reparto: Brad Pitt, Shia LaBeouf, Logan Lerman, Michael Peña, Jon Bernthal, Jim Parrack, Brad William Henke, Kevin Vance, Xavier Samuel, Jason Isaacs, Anamaria Marinca, Alicia von Rittberg, Scott Eastwood. Duración: 134 minutos. Países: Estados Unidos, Reino Unido y China.
Otras críticas
“…una historia cotidiana con un muy digno tono épico en la que los lazos son tan fuertes como para querer morir juntos” (Rocío Manzaneque, ‘Gaceta.es’). (+)
“…nos habla del honor, de no darlo todo por perdido y sobre todo no caer rendido ante el enemigo. Que la disfruten” (Dante Martín, ‘Cinebso.net’). (+)
“…un estimable intento de sumergirnos en la vida de los ocupantes de un tanque durante la II Guerra Mundial, pero no termina de saber lo que quiere ser más allá de eso” (Mikel Zorrilla, ‘Blogdecine.com’). (+)